Estamos seguros de que has escuchado aquello de “Pimientos de Padrón, unos pican y otros no”, pero ¿Qué son los pimientos de Padrón? ¿De dónde proceden? ¿Cómo se cocinan? Desde Freshdor te contamos todo lo que necesitas saber sobre este delicioso manjar gallego.
Lo primero que queremos contarte es que, aunque se les conoce como “pimientos de Padrón”, en realidad su nombre es “pimientos de Herbón” y hace referencia a su denominación de origen. Al pimiento de Herbón se le dio el reconocimiento de Denominación de Origen Protegida en 2009. ¿Y de dónde proceden los famosos pimientos de Padrón?
La historia comienza en la parroquia de Santa María de Herbón, en el siglo XVII, aproximadamente. En este convento vivían unos monjes de la orden franciscana y fueron ellos quienes trajeron a España, desde México, las primeras semillas de los pimientos. Curiosamente, los monjes no permitieron que las semillas salieran de la zona de su convento. Para ello, empezaron un proceso de selección y recolección; después transmitieron sus conocimientos a los agricultores de su zona.
No fue sino hasta los años 70 cuando comenzaron a comercializarse los pimientos que, además, se habían cultivado de manera muy poco intensiva. Con el tiempo llegarían nuevas técnicas de cultivo muy productivas, como es el caso de los invernaderos, que hoy en día albergan la gran mayoría de la producción de los pimientos de Padrón.
Pero, ¿Qué son los pimientos de Padrón? Si todavía no los conoces, te contamos que lo que consumimos en España es la variedad “Capsicum Annuun”, con los ecotipos de la zona de Herbón. Una variedad a la que, por cierto, pertenecen los chiles de Latinoamérica.
Es importante destacar que los pimientos de Padrón, para consumirse en fresco, se recolectan cuando todavía no están maduros. Los pimientos tienen un color verde claro y su tamaño alcanza entre los 3,5 y 5,5 centímetros. Pero lo que más distingue a los pimientos de Padrón, sin duda alguna, es que algunos ejemplares pican y otros no.
Hoy en día, la denominación de origen de los pimientos protege a los municipios de Padrón, Dodro y Rois, en La Coruña. Esta zona tiene una gran influencia atlántica y se forma por los valles de los ríos Sar y Ulla, lo que hace que las condiciones climáticas sean muy particulares y afecten, en cierta medida, al cultivo de los pimientos.
Sin duda alguna, los pimientos de Padrón son muy populares porque unos pican y otros no, ¿Por qué? Todo depende de una serie de factores de lo más diversos, como el tamaño, la forma, el color, etcétera. Además, la selección de variedades ha hecho que, con el tiempo, las plantas perdiesen la capacidad de producir “capsaicina”, una sustancia natural que es la que aporta el picor a los pimientos. El gran misterio es que, una misma planta puede dar pimientos picantes, pero también dulces.
La producción de la capsaicina depende de las características genéticas de la planta que se cultiva, pero también de las condiciones ambientales, la humedad, la composición del suelo, la temperatura, la fertilización, etcétera. ¿Y por qué los pimientos pican? Ya hemos mencionado que, por la capsaicina, pero, curiosamente, esta sustancia es, en realidad, un mecanismo de defensa de la planta. De esta forma, se evita que los depredadores consuman los frutos y las semillas y, en consecuencia, acaben con la especie.
¿Cómo se consumen estos deliciosos pimientos? Te contamos que la forma más habitual es con una fritura ligera en aceite de oliva y con un poquito de sal al gusto, que se añade cuando se retiran los pimientos de la sartén. A la hora de prepararlos, basta con sacarlos de su empaque y colocarlos en la sartén directamente con el rabo incorporado, pues así son más fáciles de comer. ¡Se comen con las manos!
Sin embargo, hay que tener en cuenta que freír los pimientos con el rabo puede no ser la mejor opción, pues es posible que esta parte modifique el sabor final de los pimientos, haciéndolos amargos. Nosotros te invitamos a probarlos para que encuentre cuál es la forma en la que más te gustan, aunque en Galicia, donde son un plato por excelencia, en muchos sitios se suelen servir con el rabo.