Con el otoño llega el frio, las lluvias, las castañas, la caída de los árboles en los parques de nuestras ciudades. Pero también llega la mejor época para comprar o recolectar setas silvestres. Si no conoces bien las setas, recomendamos que tengas precaución y disfrutes de este alimento sin peligro. Por ello hoy vamos a hablarte de algunas de las mejores setas silvestres de las que disponemos en Freshdor.
El níscalo, mízcalo o robellón es una seta de color anaranjado, muy buen comestible. Crece a lo largo de toda la geografía española, en pinares y bosques mixtos. Este hongo puede degustarse de muchas formas, nosotros te recomendamos que lo hagas con patatas y carne o guisados con un poco de jamón y chorizo.
El rebozuelo, anacate o chantarela es una seta de color amarillento, que suele darse en bosques de coníferas o a la sombra de otros árboles como encinas, robles o alcornoques. Es una seta de carne muy agradable y firme que suele utilizarse para guisos de carne o, en menor medida, de pescado.
El Boletus Edulis está considerada, gracias a su delicado sabor y su magnífica textura, como uno de los hongos más apreciados. En España podemos encontrarlas en bosques de pinos, hayas, robles, castaños e incluso entre jaras. Esta seta necesita zonas en las que haya llovido abundantemente y que se encuentren por encima de los 1.000 metros de altitud. La versatilidad de esta seta a la hora de cocinarla es una de sus principales características. Y es que podemos hacer desde un risotto hasta simplemente laminarla y hacerla a la plancha acompañada de ajo y perejil.
Puede que el nombre de esta seta no transmita confianza. Pero las apariencias engañan, puesto que la trompeta negra o trompeta de la muerte es uno de los hongos comestibles mejor valorados. Esta seta, al igual que el rebozuelo es de la familia Cantharellaceae. A esta seta le gustan los terrenos muy húmedos, sobre todo en bosques de hayas y robles. A pesar de su aspecto, este hongo tiene un sabor delicioso. Podemos cocinarla acompañada simplemente de un huevo frito, o en un risotto.
La senderilla, senderuela, senderina o seta de corro, entre otras acepciones. Es una seta de pequeño tamaño pero gran sabor. Suelen darse varios ejemplares formando corros, de ahí que en algunos lugares se las conozca como setas de corro. Este hongo puede verse sobre todo en praderas o zonas herbáceas. La mejor forma para degustarlas es un revuelto con huevo y jamón o acompañando un buen arroz.
La lengua de vaca o gamuza, es un gran comestible. A pesar de no ser tan conocida y afamada como las anteriores, su sabor es exquisito. Este hongo es muy característico y puede distinguirse muy bien del resto, gracias a su himenio formado por pequeños «aguijones». Podemos encontrarlo en bosques de coníferas, aunque también crecen en hayedos o robledales. Para degustarlo, os recomendamos que lo hagáis a la plancha acompañadas de ajo y limón.