Seguro que cuando hablamos de los productos bio y por qué es necesario consumirlos, a todos nos viene a la mente el Biofrutas, al que cambiaron de nombre de manera repentina y nadie sabe por qué. Pues bien, esto sucedió cuando se estableció la normativa oficial que detalla que para que un producto sea calificado como BIO, debe tener ciertas certificaciones que aseguran que no ha sido tratado artificialmente en ninguno de sus procesos. Debido a todo lo que ha evolucionado el mercado de la alimentación y a como se ha industrializado y artificializado en consecuencia, hoy te contamos la verdad sobre qué son los productos BIO y por qué deberías empezar a consumirlos para tu propio beneficio.
Lo primero, queremos comentar a modo anecdótico que todos los productos que llevan el nombre BIO, en la actualidad, deben cumplir con las normativas y restricciones impuestas sobre las etiquetas de calidad de alimentos de origen biológico y ecológico. Esto implica que, en caso de no hacerlo, no pueden llevar este prefijo en su nombre, envoltorio, embalaje o packaging.
Antes de empezar queremos aclarar, de que previamente a la revolución industrial, cuando la agricultura y a la ganadería eran sectores que tenían una gran parte de la población activa en funcionamiento, todos los productos eran naturales y no tenían ningún producto ni proceso artificial en su recolecta ni preparación para el consumo.
A medida que se han ido implementado medidas industriales, ya sea para lograr una mayor rapidez en el trabajo, en la recolecta o en la siembra de los productos. Se han ido añadiendo cada vez más elementos artificiales en muchas partes de procesos que deberían ser naturales en su gran mayoría. Estos procesos han ido desde la alimentación artificial de animales de granja, hasta la modificación genética de animales y hortalizas, a través de químicos para que tengan ciertas propiedades específicas, crezcan en un suelo que no es propicio para ellas o en una época en la que no suelen hacerlo.
A través de todo este desarrollo se fueron creando cada vez más modificaciones en la industria alimentaria, de manera que se pretendían crear especies de frutas, verduras, hortalizas o alimentos más nutritivos, atractivos o incluso, adictivos para los consumidores. Con toda esta modificación empezaron a ser productos transgénicos, que tenían un alto componente artificial y muchos de ellos dieron problemas a la larga que pudieron observarse años después de su consumo.
Y en este momento se volvió a tener conciencia sobre la importancia de lo natural, pero el mercado agroalimentario está tan industrializado que ya es imposible volver al punto de partida y hacer todos los productos naturales de nuevo, por eso ahora los productos que no tienen ningún componente artificial llevan la etiqueta de productos BIO.
La etiqueta BIO no es fácil de conseguir, y asegura no solo que los productos sean de procedencia ecológica y natural, si no también un mayor aporte de nutrientes necesarios para el cuerpo y para su desarrollo y renovación celular. Estos alimentos promueven la biodiversidad y el buen trato y conserva de todas las especies.
Además, los productos BIO también son de origen ecológico, por lo que garantizan que se respeta el medio ambiente en su producción y recolecta. No han sido tratados con fertilizantes artificiales ni pesticidas, lo que puede generar una disminución de sus nutrientes o de algunas de sus propiedades principales.
Al consumir estos productos, no solo estamos haciendo un favor a nuestro organismo dándoles alimentos de calidad, sino que también estamos haciendo un favor al planeta respetándolo y ejerciendo un consumo consciente y sostenible.